Castañeda, el superhéroe

Años después, con el destape de los vladivideos, se descubrió que todo había sido una puesta en escena. La prótesis, la llamada de Fujimori y los agradecimientos públicos de Laura: todo había sido tramado y la niña había sido utilizada. Tamaña epopeya solo podía tener un autor: Vladimiro Montesinos Torres. (Busquen el vladivideo).

Hoy, veinte años después, en el set de televisión de «En boca de todos», programa de espectáculos transmitido por América Televisión, una pareja de ancianos aparece para contar que lo habían perdido todo por culpa de las lluvias y los huaicos recientemente ocurridos. En esta oportunidad el héroe tenía pelo blanco.

Luis Castañeda apareció en la escena para comprometerse en ayudarlos. En medio de canciones melancólicas y comentarios agradecidos de uno de los conductores, el alcalde de Lima, el mismo que estuvo ausente durante los últimos días, el mismo que no ha ejecutado el presupuesto municipal destinado a la prevención de desastres, el mismo que construyó un puente que se cayó a los siete años, apareció galopante, dispuesto a brindar seguridad a los afectados. «Yo me encargo», dice Lucho, «me comprometo a hacerlo».

Quiero pensar que todo fue producto de la casualidad, quiero pensar que su aparición y el rol de superhéroe fueron producto de la coincidencia, quiero pensar que no fue un publicherry orquestado para contrarrestar las numerosas metidas de pata de un alcalde alérgico a la transparencia y entercado a destruirlo todo. Pero no puedo.