El Diario de Curwen Jueves, 28 abril 2016

Analicemos juntos el experimento de la «chica racista» , sus resultados y un pequeño detalle que pasaron por alto

Para aquellos que no estén familiarizados con el término, un youtuber es una persona que publica videos con uno o más formatos en YouTube. No hay mucho que se puede especificar ya que un youtuber puede ser una, dos o tres personas de cualquier edad, sexo o religión y sus videos pueden tener una infinidad de características diferentes. En este caso hablaremos de una youtuber peruana llamada «Alessandra», que tiene entre 15 y 18 años, hace monólogos frente a una cámara y toca distintos temas según la ocasión. Este video que analizaremos no tiene título, pero esta dirigido a todos los extranjeros que tenían pensado visitar el Perú.

¿Viste el video? Tranqui, que no panda el cúnico. Imagino que deben estar saliendo chispas de tu cabeza o debes estar preguntándote qué clase de búsquedas hará esta señorita en internet para salir con tantos comentarios racistas, clasistas y humillantes en tan poco tiempo. «Alessandra» nos dice que los extranjeros no deberían visitar la sierra ya que hay «serranos que huelen mal porque no se bañan», tampoco deberían visitar la selva porque hay «cabros arrechos» ni mucho menos la costa porque, aunque se vistan mejor, «les van a robar». Incluso menciona algunos distritos específicos que deberían evitar ya que son los más peligrosos. El video termina (como muchos de los videos realizados por youtubers) pidiendo que se suscriban al canal y prometiendo volver después.

1. Demasiado «controversial» para ser real, ¿verdad?

Estás en lo correcto. El video es lo que se llamaría en las redes un «falso viral». Minutos después de que la publicación sea vista por miles de personas, la página de Alessandra (que ya fue desactivada) tuvo que salir a dar las explicaciones del caso, ya que estaba recibiendo demasiados insultos. Por cierto, este tipo de aclaraciones también tiene un término específico para redes sociales: damage control (control de daños).

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Imagen: Captura web Facebook

¡Misterio resuelto! Nuestra supuesta pequeña niña racista en realidad se llama Alexia Puchoc Casas y es solo una actriz que formó parte del trabajo de universidad de unos estudiantes. Lo que nos dice esta publicación es que este video fue realizado para un curso llamado «Nuevos medios y nuevas tendencias» y el obetivo principal fue volverse viral. Para esto, los alumnos decidieron realizar un video con mensajes que incitan al odio y que generan indignación. 

2. ¿Lograron su objetivo?

Por supuesto que lo lograron. El video viene siendo publicado por docenas de páginas y la mayoría de mensajes (como se esperaba) son de personas indignadas. Vamos a escoger algunos comentarios completamente al azar de diversas publicaciones que «rebotaron» el video para ver qué dicen las personas.

«Esta es más chola que la Perricholi»

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Imagen: Captura web Facebook

Analicemos con detenimiento. Este es el primer comentario que conseguí de forma aleatoria. Como podemos observar, esta persona indignada intenta insultar a la persona que lanzó comentarios racistas con un comentario igual o más racista que el suyo.

«Tu cara es más inca que la de Mama Ocllo»

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Imagen: Captura web Facebook

Jano decidió ir más allá en la historia y le dijo a Alessandra «que su cara es más inca que la de Mama Ocllo». Pero eso sí, luego resalta que no se trata de un insulto sino más bien de un recordatorio. 

«Más parece ella de la sierra que de otro lado»

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Imagen: Captura web Facebook

Nuevamente una persona indignada decide contrarrestar los comentarios racistas de Alessandra con un comentario aún más racista. Esta persona sostiene que «va de rica» (que tiene ínfulas de riqueza, imagino) pero no tiene ninguna prenda de oro ni en su mano ni en su cuello. Y claro, cualquier persona que sea verdaderamente adinerada debe tener prendas de oro. Eso sí, no entiende por qué critica a la gente de la sierra cuando ella más parece provenir de ella. Veamos un último comentario.

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Imagen: Captura web Facebook

¡Ajá! Aquí nos topamos con la segunda opción que utilizan las personas indignadas para demostrar -valga la redundancia- su indignación: amenazas de muerte. Jose Enrique propone que se junten varios para incendiar su vivienda. ¿Es esto normal en redes sociales? Completamente. Las personas en internet piensan que cuando una persona emite comentarios racistas, clasistas o insultantes en general, se emite una especie de «permiso» para que todos puedan ser aun más racistas y clasistas con sus agravios, supuestamente, en defensa de la ética. Ser el doble o el triple de insultante o amenazar de muerte a una persona por comentarios y/o declaraciones es completamente válido en estas situaciones. Al menos, eso es lo que asume la gran mayoría.

3. Un clásico de los defensores de la moral de internet: te vamos a matar por el bien de la ética

La proliferación de datos personales en las redes ha permitido que con tan solo un nombre o el DNI de cualquier persona se puedan averiguar varios datos básicos de cualquier persona. Es muy fácil conseguir el número de teléfono, la dirección y hasta imágenes de la fachada de la casa. ¿Qué ocasionó este experimento? Que las personas indignadas por los comentarios decidan hacer algo más que decir «discrepo con lo que dices y me parece totalmente incorecto». En este caso, la mejor solución que hallaron es proponer ir a matar a la persona acusada de inmoral. 

Pude encontrar un grupo público de Facebook dispuesto a organizar una paliza para la señorita.

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Primera propuesta: ir a golpear a Alessandra.

En este otro grupo conformado por 586 personas proponen ir a «tranquilizarla»(el título es demasiado ofensivo para repetirlo).

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Segunda propuesta, organizarse en grupo para amedrentar a una niña de 15 años.

También existe un evento para realizar una «marcha pacífica en su contra» y otro para ir a golpearla. Decidí no enlazar este segundo ya que el contenido y los comentarios exceden cualquier tipo de límites. Como era de esperarse, también hay docenas de memes que intentan ridiculizar a Alessandra por nada menos que… su apellido. 

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Son docenas. Coloqué el primero que encontré.

4. ¿Resultados?

Como hemos podido observar, los objetivos del video fueron alcanzados perfectamente: la gente se indignó más de lo que las creadoras esperaban y el video se volvió tan viral que varios medios de comunicación ya publicaron la historia completa. El Comercio titula su nota como «trabajo de universidad de sale de las manos». Yo discrepo. El trabajo de universidad funcionó a la perfección. Estimado profesor de «Nuevos medios y nuevas tendencias», más vale que le dé una buena nota a este grupo ya que, para ser honestos, le dieron al clavo de la doble moral. La siempre acertada Sandra Rodriguez lo describe mejor que nadie.

  • «O sea lo que algunas personas les indigna no es el racismo. Les indigna que sea «una igualada». Aparentemente, lo errado no es ser racista, sino ser un cholo racista. Y si fuese blanca con apellido extranjero tendría todo el derecho para discriminar».

Si tu insultas de forma racista a una persona por haber lanzado comentarios racistas, no estás defendiendo una noble causa o ajusticiando al agraviado, estás insultando a una persona por atreverse a lanzar comentarios que, en teoría, no le corresponden lanzar debido a su raza. Estas diciendo que su error no es ser racista sino ser lo que esta misma persona critica.

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Un buen ejemplo.

Tío Curwen, ¿cuál es el detalle que pasaron por alto?

¡Ah! Casi lo olvido. Como ya sostuve en toda esta publicación, el experimento -en mi opinión- fue un éxito rotundo ya que las estudiantes parecen conocer perfectamente cuáles son los ingredientes básicos para generar un contenido «viral»: un tema polémico, comentarios que excedan los límites y material audiovisual de alto impacto. Sin embargo, hay un pequeño detalle que pasaron por alto. Debería costarles unos cuantos puntos en la nota final, pero no muchos ya que no dependía directamente de ellas.

La mayoría de la gente cree todo lo que ve en Internet

Vamos a citar un ejemplo para no excederme en la explicación y este detalle pueda ser entendido a la perfección. En el año 2012, alguien encontró un video en Youtube que mostraba a una señorita mexicana protagonizando un video de lo que sería su fiesta de quince años. La señorita identificada como Colibritany (que al parecer era la hija de una pareja adinerada que podía costear la producción de un video y el alquiler de extras y hasta una Hummer limusina) decía estar buscando su chambelán. El video era tan malo que era bueno. ¿El resultado? +33,000,000 visitas. Un resultado más que envidiable.

¿Terrible, no? Las coreografías, los efectos especiales, la canción, la letra. Todo parece ser un desastre. Los millones de comentarios se encargaron de decirle a la señorita lo gorda, fea, bruta y mestiza que era. Meses después se descubrió que, al igual que este caso, todo se trató de un falso viral. Una productora había decidido crear este video para lanzar al estrellato su canal de Youtube y así conseguir miles de seguidores.

El problema está en que todavía existen millones de personas que creen que el video es real. No todos van a entender que tu video fue falso y que intentó comprobar un punto, siempre estarán aquellos que se creerán todo el cuento y jurarán que tus explicaciones son falsas. ¿Por qué crees que aún existen personas que comparten publicaciones en facebook de iPhones 6 gratuitos o Range Rover de último modelo que están siendo regalados? Nunca debes olvidar que son varios los que darán por cierto lo que digas. Y si lo que publicas es demasiado verosímil… estas son las consecuencias. Al menos en el Perú.